Elphias Diederich Setan

Elphias Diederich

Datos

♢Nombre completo
Elphias Diederich Setan

♢Apodos y títulos
Es conocido tanto dentro como fuera del Infierno como Ekenlat, que significa Alma Muerta, apodo dado por los Setan cuando aún era un Ladrón de Almas, debido al prestigio que ganó en dicha Legión

♢Género
Masculino

♢Edad
8000 años, con apariencia de 25

♢Raza
Demonio de clase Ahharu

♢Pecado Capital
Soberbia

♢Puesto
Estratega Maestro, y, aunque no es un puesto oficial, se podría considerar el consejero del Elohim, debido a que se encuentra en el núcleo central del clan

♢Maestro
En su infancia fue instruido por su abuelo Antioch Raimsayn, sin embargo en su adolescencia y edad adulta fue entrenado por diferentes miembros de los Setan desde un inicio, siendo sus maestros Radamanthys Setan, Aiacos Setan, Séneca Litróf, Antares Akuma y Carzo y Caleb Kyo.

♢Subordinados/Aprendices
Aunque físicamente no está presente, toda la legión Diederich que aún queda sigue sus principios y mandatos. En el infierno, muchísimos demonios de menor rango le siguen con devoción desde que ingresó a la Legión de Ladrones de Almas.

♢Familia
Perteneció un extinto reino en Alemania, el cual fue exterminado junto con toda su familia, madre y abuelo, todos murieron.

♢Pareja
Ahora mismo no tiene, sin embargo, cuando reinó en la legión Diederich, estuvo casado con Miranda Goran, una vampiresa madre de sus tres hijos.

♢Descendencia
Elphias tuvo tres hijos, siendo estos los pilares para extender la que fue la poderosa legión dominante en Alemania. Estos fueron Zarnike, Rabastan y Adhémar.

Descripción Física

Elphias Diederich es la muestra en todo su esplendor de la perfecta combinación de no solo un Diederich, sino un vampiro de raza pura, incorrupto e impoluto.
Como todo vampiro, es de complexión delgada con poco tono muscular, pero de una gran altura, con miembros largos y estilizados que le dan una enorme gracilidad y elegancia al caminar, con porte solemne y una arrogancia extrema, digna del más noble de los reyes, todo en él es soberbia en su esplendor. Su piel es muy pálida, sin ninguna cicatriz o marca que la corrompa. Su cabellera es blanca en su totalidad, lacia y espesa, que generalmente le llega hasta los hombros pero por el momento la mantiene corta, con algunos mechones rebeldes que caen por su frente.
Siempre lleva una sonrisa de suficiencia en la cara, derrochando confianza y seguridad en sí mismo. Pero, sin duda, lo que más destaca en él son sus ojos. Estos son de color dorado claro, son afelinados y ligeramente rasgados. De mirar profundo y soberbio, reflejan a la perfección toda la maldad acumulada en el interior su alma.

Descripción Psicológica

Si hay una palabra para describirlo perfectamente sería sin duda arrogante. La personalidad y acciones de Elphias se basan más que nada en eso, es altanero y soberbio por naturaleza, sabe perfectamente cuáles son sus fortalezas y no duda ni un segundo en usarlas, descartando por el contrario sus defectos y ocultándolos, o, si le es posible, modificándolos en su beneficio para desarrollar otras habilidades. Elitista sin precedente, no le molesta en absoluto el demostrar su desprecio y aversión por los que considera inferiores a él, ya sea en posición, poderes o clase social, mostrándose cruel y despiadado con los mismos. Al mismo tiempo tiene el comportamiento digno de un rey, es un mandamás por naturaleza que prefiere dirigir antes de actuar, aunque no duda en hacerlo cuando se lo requiere, y aún así, no se comporta altanero con quienes son sus iguales o superiores. Orgulloso en extremo, es un error muy grande intentar meterse con su ego, pues quien lo haga estará firmando su sentencia de muerte de inmediato.
Elphias tiene un perfecto control sobre sus emociones, no permite que lo dominen, por lo que generalmente mantiene una expresión casi nula, con una ligera sonrisa soberbia. Igualmente por esto mismo casi nunca se lo ve turbado o nervioso, y es muy difícil hacerle enojar verdaderamente, aunque es fácil irritarlo con pequeñas cosas. Suele resolverlo todo con su mordaz habilidad para el habla, su lengua es muy venenosa, siendo bastante cruel al momento de peleas verbales, no le importa en absoluto herir a los demás, acostumbra mucho usar sarcasmo y humor negro. Sin embargo, cuando quiere y le conviene es especialmente encantador y manipulador, es algo que se le da muy bien.
Una característica muy notoria en él, es que es demasiado decidido y rencoroso. Si hay algún rostro que no va a olvidar es el de alguien del que tenga que vengarse. Es capaz de mover cielo, mar y tierra en busca de revancha. Generalmente lo consigue, gracias a su genio superior.

Poderes y habilidades

Elphias casi nunca lucha, es bastante curioso que este hombre es más un soporte estratégico que un guerrero, pues si hay algo que detesta es ensuciarse las manos. Aún así no hay que desprestigiarlo, ya que cuando debe hacerlo, es un poderoso y sanguinario combatiente, que disfruta de sobremanera el utilizar la crueldad y métodos de tortura.
Para empezar hay que destacar precisamente eso, que Elphias siempre busca una manera de acabar con su rival sin siquiera moverse, lo que lo vuelve un excelente estratega y un experto total en la creación de armas y trampas, su imaginación no tiene límites y es un artesano de lo más calificado, ha confeccionado cuchillos, navajas, espadas, e inclusive armas de fuego, como pistolas o rifles, todos y cada uno con su toque personal, tan elegantes y funcionales como él.
El ser un Ahharu le provee las habilidades propias de un vampiro pero multiplicadas el doble, dándole una velocidad sobrenatural tanto en tierra como planeando con sus seis alas, así como reflejos increíbles y unos sentidos por más desarrollados. Si bien no cuenta con una fuerza que destaque, igualmente es dueño de unas poderosísimas garras y colmillos finos y largos como agujas de los cuales es imposible soltarse. Por último, igualmente tiene la capacidad de "transformarse" en miles de murciélagos y atacar de esta manera.
Así mismo, gracias a su clase tiene una afinidad muy marcada con la sangre, pudiéndola controlar en un sentido quizá algo básico, tanto en sí mismo como en ajenos, logrando que sea más fluida o espesa, pudiendo así provocar o impedir desangramientos, y curar heridas más rápido de lo común. También es capaz de drenar toda la sangre de su oponente y, al beberla, regenerar su energía.
Si bien Elphias no es un ser elemental, se le conoce igualmente por ser un experto manipulador de fuego y sus derivados en general. Acostumbra lanzar esferas de lava a sus enemigos, así como lanzar fuego por la boca, como si fuera un dragón. Es capaz de inmolarse a sí mismo sin sufrir daño alguno, pero causando severas heridas a su oponente, esto le permite un ataque y defensa al mismo tiempo. Algo que destaca mucho en él, es que puede incendiar o calentar cualquier cosa a temperaturas extremas si se lo propone estableciendo un contacto directo. Su capacidad más sorprendente es que, si se malhumora lo suficiente, puede hacer que un volcán que desee haga erupción.
Por último, este hombre igualmente destaca en los campos de fuerza, pudiendo crear barreras de varios metros de altura y diámetro, que son prácticamente impenetrables si él así lo desea, estos bloquean toda comunicación entre el interior y el exterior del mismo, no hay arma, ataque o siquiera sonido que pueda atravesarlo. Sin embargo hay que destacar que, ya que es Elphias quien mantiene la estabilidad y el poder de sus campos de fuerza, dependiendo del tamaño y número, estos absorben considerable energía y se pueden debilitar con el tiempo.

Historia

La historia de Elphias Diederich es muy extensa, debido a que vivió 5000 años en la tierra y otros 3000 en el Infierno.
Su jornada inicia en el clan Raimsayn, donde nació hijo de vampiros puros, su nombre era Karnak. Dicho clan dominaba tres cuartas partes de la antigua Alemania, norte, sur y oeste. Su padre murió en guerra cuando apenas tenía diez años, por lo que fue instruido por su abuelo Antioch, para que lo sucediera en el trono del reino.
Sin embargo, cuando Karnak contaba con 15 años, una tribu de elfos mestizos llegó a los territorios este para hacerlos su hogar. El líder de los elfos, llamado Ignotus, buscó alianza con Antioch, quien, aunque receloso, aceptó. A pesar de que los Raimsayn no veían con muy buenos ojos las costumbres de los elfos, pronto empezaron a sentir curiosidad por estas. Tanta cercanía propició el florecimiento del amor entre algunos, los cuales se casaron, incluida la madre de Karnak. Aunque él nunca aceptó esta unión, no pudo hacer nada.
Fueron tan comunes los matrimonios entre razas, que para la siguiente generación, Karnak era uno de los pocos que aún conservaban su raza pura. Sin embargo, el mayor problema era que, poco a poco, los elfos contagiaban de enfermedades desconocidas y letales a los Raimsayn, quienes no tenían las defensas necesarias para hacerles frente a las infecciones traídas del oriente. Las epidemias llegaron, asesinado a la mayoría de los Raimsayn, incluido el mismísimo Antioch, siendo de los últimos en perecer.
Los elfos no desaprovecharon la oportunidad, Ignotus arrebató el trono a Karnak y ordenó que asesinaran a todos los Raimsayn sobrevivientes. Sin embargo, Karnak logró escapar, llegando a Toledo, España, donde una mujer acusada de brujería lo acogió durante algunos meses, mientras se recuperaba. Durante ese lapso de tiempo ambos se llegaron a conocer muy bien, y, cuando finalmente llegó el día en que tenía que partir, la mujer le comentó sobre una de las entradas al infierno, que se encontraba en Siberia, donde podría hablar con Hades y pedirle ayuda.
Así, Karnak inició su arduo viaje hasta uno de los lugares más vastos del mundo, travesía en la cual casi muere. Sin embargo, logró su objetivo. Llegó a la cueva y, aunque pareciera increíble, tuvo un diálogo con Hades, donde le contó su historia y sus ambiciones, y le pidió que le enseñara el arte de la guerra y la venganza. Asombrosamente, Hades aceptó ayudarlo, y envió a los mismísimos Setan para que lo entrenasen.
Fueron al menos quince años los que pasó en el infierno. Durante ese lapso, ascendió rápidamente de rango, llegando a ser un Ladrón de Alma de los más poderosos y contando con sus propios súbditos. A partir de eso, los demás dejaron de llamarle Karnak, si no Ekenlat, seudónimo que prevalece hasta ahora. Fue así que, cuando se sintió listo, regresó a su natal Alemania y desató una masacre junto con sus compañeros. Arrasaron con todo durante diez días y diez noches. Hombres, mujeres, niños, ancianos, todos por igual murieron de formas horribles a manos de Ekenlat. Al amanecer del día once, Ekenlat asesinó a toda la familia real frente a los ojos de Ignotus -quien seguía siendo el rey-, a quien posteriormente torturó con especial regocijo y mató. Cuando al fin su venganza estuvo cumplida, Ekenlat eligió su nuevo nombre, el cual fuera Elphias Diederich.
Años después se casó con una vampiresa de sangre pura, con quien tuvo tres hijos, los cuales fueron los pilares que iniciaron la poderosa legión que aún prevalece.
Reinó durante 5000 años, hasta que decidió su muerte. Tomó la decisión de suicidarse, para evitar los problemas propios de la edad que pronto llegarían. Al bajar al infierno, fue recibido con honores, volviéndose un Setan más.
Fue con él que inició formalmente la Guerra Santa, pues Sachiel, el primer Ángel, lo atacó cuando estaba desprevenido y solo, en el reino de Rossanef Trinus, el cual protegió junto con los reyes del lugar, su descendiente Baital y su esposa Victory, en una ardua batalla en la cual casi sale muerto.
Después de la Guerra Santa, su última y más despiadada acción fue de exterminar a la legión que él mismo creó. Se dirigió hasta Alemania, donde ahí mismo asesinó a todos los Diederich que encontró, extinguiendo su propio legado pues, según él, se había corrompido con la impureza. Únicamente quedan vivos Baital y su hermana Aleana, pues se encontraban lejos de la masacre, lo que les permitió sobrevivir.

Otros Datos

•Elphias gobernó 5000 años como patriarca de la legión Diederich, durante ese tiempo, se dedicó a mantener la pureza de la legión matando a los "traidores de sangre" y su descendencia
•A pesar de que abandonó toda su herencia vampírica cuando se unió a los Ladrones de Alma, todos los descendientes de Elphias son vampiros puros
•Originalmente su cabello era marrón y sus ojos aceitunados, sin embargo, estos fueron cambiando poco a poco durante su entrenamiento hasta llegar a los tonos actuales
•Baital, rey actual del reino de Rossanef Trinus, es su descendiente directo
•Mientras estuvo entrenando con los Setan, Elphias nunca vio su reflejo, por al menos, ciento cincuenta años
•El escudo de los Diederich fue confeccionado por él mismo, quien le dio un significado a todos y cada uno de los símbolos ahí colocados