Primer Señor del Infierno: Hades

Maestro: Este formidable hombre no tuvo ningún maestro, se entrenó solo con el único objetivo de vengarse de su padre

Subordinados: Hades no solamente es el padre de todas las criaturas del Inframundo, sino igualmente el creador de todo, además de ser el único Dios absoluto que todos los demonios adoran, por lo que el Inframundo entero le debe devoción y respeto, siguiendo sus enseñanzas hasta la fecha. A pesar de que físicamente no está presente, su esencia continúa en su hogar de forma literal, protegiendo a sus subordinados y dándoles un poder especial.

Puesto que ocupaba: Se trata del Señor Absoluto del Infierno hasta la fecha. Fue el primer Elohim, el creador de todos los sitios y todas las criaturas, por lo que desde el inicio de los tiempos y hasta ahora es adorado como una deidad poderosísima, padre de toda la maldad y dueño de los muertos y demonios.

Habilidades: Hades poseía un poder absoluto sobre todo. En cierto sentido, se podría decir que era onmipotente y omnipresente en el lugar que llamaba hogar. Tenía el poder de crear y arrebatar vidas con solo desearlo entre sus subordinados, así como un poder absoluto sobre las almas que llegaban a sus dominios. Fue el pionero de las artes siniestras de todo tipo, maestro absoluto de la oscuridad y las sombras, así como el sufrimiento y dolor. Podía predecir y ocasionar eventos negativos de todo tipo, así como infligir tormentos físicos y mentales a quien deseara. Además, poseía un poder único que nadie más ha logrado tener: La capacidad de corromper almas. Sumado a esto, después de dejar el trono y desaparecer físicamente, su esencia y alma se esparció por el Infierno entero, cubriéndolo con una especie de campo de fuerza, que impide a los indeseados pasar, restando el 90% de sus fuerzas o, en su defecto, matándolos. De ese modo se aseguró de proteger a sus subordinados, previendo para las futuras Guerras Santas. Cabe destacar que este campo de fuerza funciona de un modo muy particular, siendo sumamente selectivo y actuando como si tuviera una conciencia realmente manejándolo.

De Hades hay mucho de que hablar y muy poco tiempo.
Hijo mayor de Cronos y Rea, fue devorado por su padre para evitar que le usurpara el trono. Siendo un adulto joven, fue liberado por su hermano menor, Zeus, junto con Poseidón y demás hijos igualmente devorados. Después, estos tres lucharon contra los titanes, convirtiéndose en los dioses principales del Cosmos, siendo Zeus el amo del Cielo, Poseidón del Océano y, por último, Hades del Inframundo.
De este modo, el dios bajó a lo que serían sus dominios, un lugar vacío y hueco, en el cual construyó todos sus dominios, para después darle vida a todos los demonios existentes. De ese modo, creó no solamente una especie nueva, sino también una dimensión pequeña dentro del mundo. Hades se comportó como un soberano absoluto y justo con sus seguidores, sin embargo siendo un hombre infame y cruel con sus enemigos, que no eran pocos. Llegó a ser temido no solo en la tierra, sino igualmente en otras dimensiones, donde era bien conocido por su poder.
Durante su reinado se establecieron jerarquías, se crearon la Legión de los Ladrones de Almas y el clan Setan y se consolidó el Inframundo como lo conocemos ahora. Fue partícipe en el preludio y el transcurso de la Primera Guerra Santa contra Zeus y sus ángeles, saliendo victorioso en ambas ocasiones.
Su poderío se extendió por muchos siglos, siendo sucedido por Antinoüs Tchalakov, su siervo y alumno más allegado.
Durante años de meditación, Hades comprendió en un momento de sabiduría que su poder no sería eterno y pronto no podría proteger a sus subordinados y reinar como era debido, por lo tanto, inició la tradición del Megalon Erbfall, donde el actual Elohim del Infierno sería reemplazado por uno nuevo, que pudiera mantener el Status Quo del lugar, hasta que encontrara un sucesor respectivamente. De ese modo, luego de casi un siglo de entrenar por sí mismo al que sería el siguiente Elohim, Hades desapareció por completo en forma física, utilizando sus últimas fuerzas para construir un campo de fuerza al rededor del Infierno entero, el cual aún protege a los demonios que ahí habitan.


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